top of page

Oraciones en la enfermedad

Oración a Cristo por el enfermo

 

Señor Jesucristo, que para redimir a los hombres y sanar a los enfermos quisiste asumir nuestra condición humana; mira con piedad a N., que está enfermo/a y necesita ser curado/a en el cuerpo y en el espíritu.

 

Reconfórtalo/a con tu poder para que levante su ánimo y pueda superar todos sus males; y, ya que has querido asociarla a tu Pasión redentora, haz que ella confíe y se una a ti en el ofrecimiento del dolor para la salvación del mundo.

 

Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

 

Oración del enfermo

 

¡Oh Dios!, de mi debilidad y mi fortaleza,

de mi tristeza y de mi alegría,

de mi soledad y compañía,

de mi incertidumbre y esperanza.

 

En la noche de mi enfermedad

me pongo en tus manos de Padre:

Alumbra esta oscuridad con un rayo de tu Luz,

abre una rendija a mi esperanza,

llena con tu Presencia mi soledad.

 

Señor, que el sufrimiento no me pueda,

para que también ahora

sienta el alivio de tu Amor

y sea agradecido a la generosidad

de cuantos sufren conmigo.

Amén.

 

 

 

Yo en la cama, Tú en la cruz

 

Jesús, Jesús! Yo en la cama y Tú en la cruz.

 

Yo en la cama, acostado; Tú en la cruz, clavado.

Yo, la cabeza en blanda almohada; Tú, la tuya, de espinas coronada.

Yo, quejándome; Tú, animándome.

Yo, sin pensar que mis dolores unidos a los Tuyos, tienen un valor infinito;

Tú, anhelando sufrir más para pagar nuestros pecados.

 

Jesús, Jesús, yo en la cama y Tú en la cruz.

Jesús, creo en ti. Jesús, espero en ti. Jesús, voy a ti.

 

 

 

Oración del que cuida al enfermo

 

Señor Jesús, aquella a quien amas está enferma. Tú lo puedes todo; te pido humildemente que le devuelvas la salud. Pero, sin son otros tus designios, te pido le concedas la gracia de sobrellevar cristianamente su enfermedad.

 

En los caminos de Palestina tratabas a los enfermos con tal delicadeza que todos venía a ti, dame esa misma dulzura, ese tacto que es tan difícil de tener cuando se esta sano.

 

Que yo sepa dominar mi nerviosismo para no agobiarle, que sepa sacrificar una parte de mis ocupaciones para acompañarles, si es su deseo. Yo estoy lleno de vida, Señor, y te doy gracias por ello. Pero haz que el sufrimiento de los demás me santifique, formándome en la abnegación y en la caridad. Amén.

 

 

 

Oración a María Santísima (san Juan Pablo II)

Esta es una oración realizada para el jubileo del 2000. Está un poco retocada, prescindiendo de las referencias al jubileo.

 

Oh Virgen María, Salud de los enfermos,

que has acompañado a Jesús en el camino del Calvario

y has permanecido junto a la cruz en la que moría tu Hijo,

participando íntimamente de sus dolores,

acoge nuestros sufrimientos y únelos a los de Él,

para que den frutos abundantes de gracia.

 

Madre misericordiosa, con fe nos volvemos hacia Ti.

Alcánzanos de tu Hijo el que podamos volver pronto,

plenamente restablecidos, a nuestras ocupaciones,

para hacernos útiles al prójimo con nuestro trabajo.

Mientras tanto, quédate junto a nosotros en el momento

de la prueba y ayúdanos a repetir cada día contigo nuestro "sí",

seguros de que Dios sabe sacar de todo mal un bien más grande.

 

Virgen Inmaculada, haz que los frutos de esta enfermedad

sean para nosotros y para nuestros seres queridos,

prenda de un renovado empuje en la vida cristiana,

para que en la contemplación del Rostro de Cristo Resucitado

encontremos la abundancia de la misericordia de Dios

y la alegría sin fin del Cielo. Amén.

 

 

 

Oración Acordaos (San Bernardo)

 

Acordaos, oh piadosísima Virgen María!,

que jamás se ha oído decir

que ninguno de los que haya acudido a Vos,

implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro,

haya sido abandonado de Vos.

 

Animado con esta confianza,

a Vos también acudo, oh Virgen, Madre de la vírgenes,

y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados

me atrevo a comparecer ante Vos.

No desechéis, oh purísima Madre de Dios,

mis humildes súplicas,

antes bien, escuchadlas favorablemente. Amén.

bottom of page